En el siglo XVII, cuando Chile era parte de la corona española, se encontraban llegando frente a la costa de San Antonio barcos de los Países Bajos, con el propósito de atacar desde acá a sus enemigos de la corona española que se encontraban en el Perú. Al bordear las costas de San Antonio rumbo al Norte, un joven vigilante apostado en la parte alta del cerro, en la costa de San Antonio, divisó en el horizonte once naves piratas avanzando y dio aviso inmediato a toda la comunidad del peligro que se acercaba.
Sin embargo, no solo se le negó el crédito, sino que con pública autoridad lo ahorcaron, diciendo que con falsas noticias perturbaba la tranquilidad de la población y maquinaba revueltas de los indios, gente plebeya y de servicio.
Se dice que en razón de este suceso y por este joven centinela acusado de alarmista, cuyo aviso era verídico pero nadie lo sabía, es que el Cerro Centinela lleva ese nombre.