Esta actividad representa una tradicional festividad religiosa que se realiza en las localidades de Cuncumén y Agua Buena, se desarrolla el domingo siguiente a la Semana Santa y se realizan recorridos por las principales avenidas de la ciudad, destacando las vestimentas con pañuelos blancos y dorados, los peregrinos se desplazan en caballos y en bicicletas ornamentadas con bellos colores, acompañados de una carroza que traslada al sacerdote, quien da la comunión a los enfermos, luego se desarrolla una liturgia en el frontis de la parroquia de San Antonio, para terminar con una misa a la chilena en la parroquia de Agua Buena, finalmente se realiza un almuerzo con diferentes platos típicos y juegos a la chilena.
La fiesta consiste tradicionalmente en una procesión a caballo que escolta las formas eucarísticas, portadas por el sacerdote que es transportado en una carreta engalanada para la ocasión. El propósito es llevar la comunión a los enfermos y ancianos que no pudieron comulgar durante el domingo pascual.
La historia que se hizo conocida durante la Colonia señala que el sacerdote iba en su carruaje asistiendo a los lugareños, acompañado de toda su indumentaria y accesorios de plata y oro, pero durante el periodo de la Patria Nueva afloraron bandidos que asaltaban las comitivas sin respetar al clérigo que oficiaba y a quien robaban todas las cosas de valor; por lo tanto comenzaron a ser escoltados por hombres armados o caballo como medida disuasiva y precautoria, esto pasó a formar parte del folclor chileno.
La palabra “Cuasimodo” proviene de las primeras palabras del entroto del segundo domingo de Pascua, “Quasi modo genito infantes…” (del Latín, “Así como niños recién nacidos…”)
“Tiene una raíz folclórica chilena y la connotación que también tiene la Iglesia Universal, de celebrar el segundo domingo de Pascua, después de la celebración de la resurrección del señor y que es precisamente el domingo de la misericordia en un año en que el Papa Francisco ha invitado a celebrar el Año de la Misericordia”, explicó Para el sacerdote Wladimir Valencia, párroco de Puangue, y quien encabezó la fiesta de Cuasimodo en Cuncumén.
Posteriormente y después de “Correr a Cristo”, como dicen los cuasimodistas, se celebró una misa a la chilena en la capilla de San Isidro ubicada en Valle Abajo de la hermosa localidad rural de Cuncumén.
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