Bartolomé Molina Manriquez nace el 24 de Agosto de 1892 en la ciudad de Los Angeles donde realiza sus estudios. Se traslada a Rancagua para trabajar en la Braden Cooper Co. y en 1924 llega por fin a radicarse a San Antonio, donde contrae matrimonio con la señora Remedios Gracia Tolmos, producto de esa unión nacen sus hijas Consuelo y María.

Don Bartolomé ingresa a la Primera Compañía el 17 de agosto en 1933, desempeñándose como Voluntario Activo, Consejero de Disciplina en varios periodos y Voluntario Cooperador. De la Primera Compañía recibió los premios de un año de servicio y medalla por 5 años de servicio, del Cuerpo de Bomberos de Concepción la Medalla al Mérito por su labor en los luctuosos sucesos ocurridos con ocasión del terremoto de 1939.

Según consta en el libro de guardia de la Primera Compañía del 9 de Julio de 1940, de puño y letra de don José Ramon Pezoa, lo siguiente: “20:30 horas, se produjo un amago de incendio, punto indicado, San Antonio, avenida centenario, al llegar al siniestro el voluntario Bartolomé Molina a causa de la carrera por llegar ligero, cayó con un ataque al corazón, donde fue trasladado a la botica principal, para si primera atención y desde ahí al hospital donde falleció en pleno acto de servicio. Se traslado sus restos del hospital al cuartel a las 21:45 horas, colocándose en la capilla arreglada en el cuartel”. (sic)

Según investigación histórica realizada, por don Juan Patricio Rojas Barahona la dirección amagada correspondía a la entonces Peluquería Ideal, de propiedad de don Teodoro Díaz Díaz, ubicada en Av. Centenario 215. Siendo llevado en una primera instancia al botica Principal, de don Ernesto Rodriguez Godoy, donde se le brindaron las primeras atenciones y posteriormente trasladado en el carro Ford hasta el hospital.

Año tras año la Compañía y el Cuerpo de Bomberos realizan una ceremonia pública recordando esta fatídica noche en la denominada actualmente Calle Bombero Molina.